Sinopsi
«Cuando toda razón deserta del espacio público, cuando crece
el absurdo, cuando la propaganda endurece su férula a fin de
forzar la comunión general, hay que tomar distancia. Eso es lo
que hace el conspiracionista. Partir de sus intuiciones y ponerse
a investigar. Tratar de entender cómo hemos llegado aquí y cómo
salir de este pequeño atolladero del tamaño de una civilización.
Encontrar cómplices y hacer frente. No resignarse a la tautología
de lo existente. No tener miedo ni esperanza, sino buscar con calma
nuevas armas. [...]
La concepción de la vida que tienen los ingenieros de
esta sociedad es tan flagrantemente chata, tan incompleta, tan
equivocada que no pueden más que fracasar. Lo único que
conseguirán será devastar un poco más el mundo. Por eso es de
vital interés para nosotros echarlos sin esperar a que fracasen. [...]
Nuestro desacuerdo con los defensores del orden existente no
es por la interpretación del mundo, sino por el mundo mismo. No
queremos el patibulario mundo que están construyendo. De hecho,
pueden quedarse todos los patíbulos para ellos. No es una cuestión
de opinión; es una cuestión de incompatibilidad».