Sinopsi
Vivir la crisis , como hoy la experimentamos, no implica necesariamente el fin de la esperanza. Por el contrario, comporta un desafío que incita a buscar y dar respuesta. Pero esas respuestas deberían encuadrarse como un todo integrado , entendiéndolas como elementos de lo que Jean Jaurés entendía que debía constituir una evolución revolucionaria, es decir una transformación profunda de las relaciones sociales, una democratización real de la sociedad y del Estado obtenida por un consentimiento mayoritario ampliado sin dictadura ni temor , partiendo de que el Estado no expresa una clase sino una relación de clases, es decir la relación de sus fuerzas, y que en esa unidad contradictoria y su dinámica impulsa la acción y crea una esperanza que amplía nuestro horizonte vital.
La problemática que entraña la formación política como unidad dentro de la cual juega, hoy, un Estado sumamente debilitado, comportaría encontrarnos discutiendo sobre el sexo de los á