Sinopsis
Casi un desconocido hasta la publicación en Francia de Recuerdos de un alemán en París 1940-1944, allá por los años ochenta del siglo pasado –y ahora por primera vez en castellano–, Gerhard Heller (1909-1982) era un alto y desgarbado oficial alemán de aspecto poco marcial, Sonderführer adscrito a los servicios de la Propaganda-Staffel de la capital francesa, teniente responsable entre 1940 y 1944 de la censura literaria y editorial, así como de labores de carácter informativo y propagandístico encaminadas a fomentar la colaboración de editores y escritores con las nuevas autoridades nazis, y su comportamiento durante aquellos años fue, desde luego, controvertido bel Bonnard, Louis-Ferdinand Céline, Robert Brasillach, Paul Morand, Pierre Benoit, Ramon Fernandez, Alfred Fabre-Luce, Bernard Groethuysen, André Fraigneau o Jean Giraudoux, e incluso con los militares alemanes más o menos críticos con el nazismo y sobre todo con Hitler, como su muy admirado amigo Ern