Sinopsis
La historia que Paolo Cognetti ha contado en este libro, que pasa ante nuestros ojos como un documental, es la de una chica de piernas largas y nerviosas. Milán, las montañas y la escritura son las cosas que siente que tiene en común con ella. La chica nació a principios del siglo xx: su familia burguesa la aprisionó en el conformismo, pero le dio la oportunidad de tener experiencias vetadas a otras mujeres, como estudiar en la universidad, viajar por Europa, ir a la montaña y escalar. Exploró el mundo con un deseo ardiente, y se exploró a sí misma a través de la fotografía y la poesía. Amó con exceso e inexperiencia, como le aconsejaron sus pocos años. La montaña siempre fue su maestra y su refugio. Se llamaba Antonia Pozzi y se suicidó en 1938, pero aquí vuelve a la vida a través de fotos, diarios, cartas y poemas, fragmentos de una existencia que aún palpita gracias a la narración de Cognetti que, mezclando sus palabras con las de ella, nos la devuelve mediante un retrato nítido y delicado: un homenaje a una artista que, sin saberlo y sin quererlo, escribió un capítulo de la historia del siglo pasado.