Sinopse
El libro de Alfonso Basallo transmite una gran lección: que para Julián Marías el cine no era sólo un formidable entrenamiento, sino también un campo ideal para analizar la vida humana, una laboratorio donde diseccionar las cosas que de verdad nos importan: el destino, la muerte, el azar, la libertad, el amor? as conoció antes a Buster Keaton y a Chaplin que a Aristóteles o a Ortega: fue espectador de cine antes que filósofo. Debutó como articulista de cine en 1962, y escribió semanalmente sobre películas durante casi cuatro décadas, primero en Gaceta Ilustrada y más tarde en Blanco y Negro, alcanzando una producción que pocos críticos profesionales han logrado, casi 1500 críticas. Su buen hacer, un híbrido de crítica y filosofía a partes iguales, elevó sus críticas de cine a la categoría de pequeños ensayos antropológicos.
La faceta cinematográfica no es una anécdota en la vida y en la obra de Marías, sino que responde