Sinopse
Las Capillas Reales desempeñaron un papel relevante en Europa a lo largo de los siglos xvi, xvii y xviii. De manera especial en España, muy condicionadas por la configuración político-administrativa de la propia Monarquía a partir de un conglomerado de reinos, cada uno con sus correspondientes Casas Reales y Capillas particulares en continuo proceso de adaptación a los usos y necesidades de sus titulares. Bastante conocida resulta la castellana, primera y más importante de todas las hispánicas bajo el reinado de Austrias y Borbones y por esta razón con abundante bibliografía al respecto. El caso descrito, sin embargo, contrasta con el de los territorios peninsulares de la Corona de Aragón, prácticamente ignorados por la historiografía actual. Véase sino la Capilla del Palacio Real de Valencia, cuyo ignoto devenir –desde sus orígenes posteriores a la conquista cristiana hasta la extinción sobrevenida con la guerra de Independencia– sale por fin a la luz, bien es cierto que para los tiempos modernos fundamentalmente, caracterizados –no de manera casual– por la progresiva decadencia de esta.