Sinopse
En la época medieval, la relación entre las culturas islámica y cristiana era evidente en las formas de arte que se expresaban y coexistían secularmente. El ambiente multicultural de la España del momento se refleja en las artes decorativas de la cerámica, particularmente en las producidas por alfareros mudéjares educados en el arte tradicional musulmán, cuyo estilo decorativo hereda la temática islámica que consiste en los ricos motivos, simultáneamente, estaba inevitablemente influenciado por las artes decorativas chinas. Cuando se observa la decoración cerámica medieval española, queda claro que los alfareros musulmanes trajeron a la península ibérica no solo la técnica cerámica maestra, sino también la estética artística oriental. Mediante la comparación de los recursos fotográficos y de las piezas cerámicas conservadas, comprobamos la existencia de unos temas claramente orientales en los principales estilos de arte cerámico, que son imitaciones de fauna y flora endémicas de China. En la Edad Moderna, determinados motivos y disposiciones decorativas se inspiraron sin duda en los temas de la porcelana azul y blanca de la dinastía Ming, aunque el origen de los cuales resulta complicado por el hecho de que citada porcelana es un producto de la integración transcultural.